Francisco Hurtado Delgado
La familia como núcleo social es cada vez más vulnerable. Con el paso de la pandemia y el desempleo, se ha generado en México que exista un alto índice de violencia y desintegracion de parejas. Por desgracia, la descomposición del núcleo familiar no es la única acción que afecta la parte emocional de los menores de edad, ya que, en distintos casos los propios padres realizan conductas que, de manera directa o indirecta afectan y perturban el normal desarrollo de los infantes.
La violencia hacia los niños es considerada como uno de los problemas más graves a los que se ha enfrentado la sociedad. Esto se debe a que en muchas de las entidades mexicanas se justifica bajo el argumento de que es algo propiamente cultural.
Por ello, es importante señalar que, de acuerdo a la OMS, el maltrato infantil se define como cualquier forma de abuso o desatención que afecte a un menor de 18 años; es decir, abarca todo tipo de maltrato físico o afectivo, el abuso sexual, desatención, chantaje, alienación, negligencia, explotación comercial o de otra índole que vulnere su dignidad como personas.
En otras palabras, cualquier padre de familia, a pesar de que no cometa una agresión física directa, sí puede cometer violencia infantil en otra de sus formas, como es el caso de lo mencionado en el artículo 202 bis del Código Penal para el estado de Morelos, el cual tipifica el delito de violencia familiar en aquellos casos cuando un miembro de la familia controle de manera verbal, psicológica, o emocional a otro familiar, principalmente a los niños.
Este tipo de situaciones se materializan con mayor incidencia después de la separación de una familia violenta, cuando los padres de familia, con el propósito de seguir ocasionando un daño, utilizan a los niños como medio directo para lastimar a su ex pareja sentimental. De ahí nació la violencia vicaria, la cual se define como el maltrato que ejerce el progenitor a sushijos, para perjudicar al distinto padre, el cual puede llegar en grados extremos hasta el Filicidio.
Otro tipo de violencia al cual son sometidos los infantes, es el Síndrome de alienación parental, el cual consiste en aquella conducta ejercida por alguno de los progenitores, tendiente a sugestionar o influir negativamente a los hijos, en contra del otro progenitorcon el propósito de que el menor alienado presente sentimientos de rechazo, distanciamiento y hostilidad. Conducta que es sumamente reiterada en las familias mexicanas y que, aunque no lo parezca, afecta gravemente a los niños.
Como se ha mencionado, son diversos los tipos de violencia que los propios padres ejercen en contra de las niñas, niños y adolescentes. Por lo que, resulta necesario capacitar a los padres de familia sobre la toma decisiones en situaciones de separación, inculcando la eliminación de todo tipo de violencia y agresión. Pero además de ello es obligatorio también que las autoridades respectivamente sean competentes en la toma de decisiones, pues recordemos que el dictado de una sentencia en la que se ventilan derechos de niñas o niños, pueden ocasionar una vida feliz o con afectación permanente. Cuidemos a nuestros niños.